Figaro y Batman

Los que seguís mi Instagram o mi Facebook sabréis mi amor por los gatos,  en mi familia somos cuatro: Efrén, mis dos niños y yo... ya mismo familia numerosa. Así que hoy esta entrada está dedicada a mis niños: Fígaro y Batman y a aquellos que no se cansan de ver vídeos o fotos de gatitos por la red.

  Mi mayor miedo cuando traje a Batman es que Fígaro no lo aceptara, pero a los 10 minutos ya lo estaba lavando y mimando.

  Desde el primer día lo acostumbré a dormir encima mío y ya siempre

  Son unos pillos y están siempre jugando al pilla-pilla

  Batman actualmente tiene sobre unos 3 meses pero no sabemos exactamente ya que fue abandonado y no sabemos su fecha de nacimiento. 

  Al igual que su hermano le encanta beber del vaso, y tengo que tener 4 ojos cuando dejo mi vaso porque si me descuido pasa esto:

 Es un mimado y le dejo comer mucho de ahí esa pancita, pero lleva malito desde que llegó a casa y lo consiento hasta que se ponga bueno.

  El rey de mi casa es Fígaro, enamora y eso que siempre parece que está enfadado porque siempre está durmiendo y si lo despiertas para fotos pone esa cara, pero es un mimoso y buenazo

  Fígaro tiene actualmente dos años y medio, y cada día es más bonito y mimoso, es mi gato-búho.

 Batman es un listo y se pelean por el rascador ya que da todo el sol y se está muy agustito, pero es demasiado pequeño para los dos porque era de Fígaro... tenemos que comprar uno más grande pero son caros.

 Para que veáis lo bueno que es Fígaro que siempre se baja y deja al peque el sitio.

  Duermen siempre juntos y Batman tiene la dichosa costumbre de chuparle el pelo del lado derecho hasta quedarse dormido... le tiene ese lado ya pelón pero no le quito la manía ni a la de tres...

  Fígaro a veces se agota pero siempre lo aguanta con paciencia

  Huellita preciosa

  Mi abuela meciendo a Batman como si fuera un bebé, en cambio a Fígaro no lo puede ni ver, porque lo ve muy grande y le da miedo.

  Divina paciencia...

  Espero que os haya gustado, de ellos tengo mil fotos y no exagero, para mi son lo que más quiero en el mundo y les hablo como si fueran mis bebés. Lo mejor es después de cenar y estamos los cuatro en el sofá, ellos encima durmiendo por supuesto :)